La cooperativa guipuzcoana Urola ha abierto en China una planta productiva en la que fabricará máquinas rotativas de extrusión-soplado, una tecnología con muy buena acogida en la que Urola es uno de los líderes mundiales. La inauguración de esta actividad forma parte de su estrategia de internacionalización con implantaciones productivas que ya inició en Rusia en agosto del pasado año.

Grupo Mondragon, al que pertenece esta firma con factorías en Legazpi y Ezkio, anunció ayer el inicio de la actividad de la planta china propiedad en un 70% de Urola y el 30% restante de su socio, el grupo empresarial chino GIANT. Ubicada en la ciudad de Nanxun al este del país, dista 125 kilómetros de Shanghái, uno de los focos de mayor interés empresarial del país asiático.

Urola ha invertido 1,5 millones en la adquisición y acondicionamiento de esta planta productiva que, de cumplirse las previsiones de facturación, se verá rápidamente amortizada porque para el primer año espera llegar a una cifra de ventas que oscila entre los 2,5 y los 3,5 millones de euros.

La base para realizar estos cálculos se encuentra en el cambio que se está produciendo en el sector en China, donde se exige la incorporación de equipos de alto valor tecnológico con un nivel de productividad muy superior al que se registra ahora entre la maquinaria más antigua. Además, las normas estatales tienden a incrementar los requerimientos en higiene y en reducción de consumos energéticos.

En este contexto, la producción de maquinaria de alto valor añadido es una oportunidad de negocio, tal y como lo ha entendido la cooperativa guipuzcoana, que ha previsto arrancar la actividad con la fabricación de alrededor de seis unidades al año para, en etapas posteriores, incrementar las ventas.

PERSPECTIVAS

Sus perspectivas son buenas si se tiene en cuenta que uno de los sectores que más utilizan esta tecnología es el lácteo, y en China crece a ritmos que varían entre el 15% y el 30% según el producto. De hecho, con anterioridad a tomar la decisión de implantarse en el país asiático Urola ya tenía una tradición de vender maquinaria a clientes chinos, con una “excelente acogida”, según destacó ayer el grupo.

La apertura de esta nueva planta productiva en Nanxun, que se denominará Huzhou Urola Blowmolding Solutions, forma parte de una estrategia de internacionalización más amplia que contempla otros mercados de interés para la cooperativa guipuzcoana.

Así, hace algo más de medio año también inauguró una factoría en Rusia. La infraestructura responde al interés de Urola de producir en aquellos países en los que su producto tiene una buena entrada y que, además, puede reportar ventajas en forma de ahorro de costes.

Al margen de sus implantaciones productivas, Urola también ha establecido recientemente varias filiales comerciales y de servicio posventa en varios países con una cifra considerable de negocio, para poder así ofrecer un mantenimiento a las máquinas vendidas.

FILIALES

Una de ellas se sitúa en México, desde donde la cooperativa de Legazpi y Ezkio da cobertura al área centroamericana. Una segunda recientemente abierta se sitúa en Argelia para dar servicio al Norte de África, mientras que la tercera inaugurada se encuentra en Sudáfrica. Junto con las plantas productivas, estas oficinas permiten cubrir una buena parte del mercado global.

No hay que olvidar que la planta de Urola en Legazpi, dedicada a la fabricación de máquinas como las que producirá parcialmente en China, presenta un índice de exportación del 85%. A más distancia se encuentra la de Ezkio, destinada a la elaboración de envases que, dado el carácter de la actividad, tiene un menor nivel exportador.

Urola emplea en Gipuzkoa a 60 personas y el pasado año tuvo una cifra de negocio de 18 millones.